Latina y orgullosa. Ella podría convertirse en la mujer más joven en ser electa en la Cámara de Representantes

Directa, diferente y dedicada: las creencias y acciones coherentes son los pilares de la campaña de Alexandria Ocasio-Cortez, del Partido Demócrata. A los 28 años, la estadounidense de origen latino podría llegar a ser la mujer más joven de la Cámara de Representantes, representando al Distrito 14 de Nueva York: Bronx y Queens. Su personalidad estruendosa y entusiasta define de manera inequívoca su eslogan: “No se supone que mujeres como yo deban presentarse a cargos públicos”. Aparte de su probable hito histórico, y de su ideología, Ocasio-Cortez ha establecido un precedente singularmente importante. Ha demostrado que con oportunidades, esfuerzo y determinación, aquellos generalmente desfavorecidos tienen esperanza política. Ésa, por encima de todo, es la lección más importante para la juventud latina de su inspiradora historia.

Ocasio-Cortez es excepcional en su rechazo a la financiación de su campaña por parte de la “gran maquinaria de dinero”, prefiriendo que sea por donaciones individuales. Los números hablan por sí mismos. El 98 % de la campaña de Alexandria ha sido individualmente financiada, en comparación con el 27% de la de su competidor, Joseph Crowley. ¿El predicamento de la Demócrata? “No vamos a vencer a los grandes financiamientos con grandes financiamientos. Vamos a vencer los grandes financiamientos con una gran organización”. Las donaciones individuales por debajo de $200 ascienden a un 61% de la campaña de Ocasio. Sus palabras resuenan en acciones, en contraste con la oposición. Alexandria ha resistido grandes donaciones de bancos, compañías aseguradoras, PACs asociadas a negocios y bienes raíces, incongruentes con su posición política y el distrito que le ha proporcionado la victoria en las primarias.

Orgullosa y controversial, Alexandria es una socialista democrática: ella defiende que esa etiqueta es parte de sí misma, pero no es todo lo que ella es. En el espectro de este grupo ideológico se parece a Bernie Sanders, exprecandidato presidencial demócrata, cuya campaña organizó. Su posición se define por abogar por un sistema de salud universal de contribución individual, un salario mínimo de $15 por hora, empleo garantizado por el gobierno, abolir la brutalidad de ICE y la mejora del acceso a la educación de calidad. Para ella, estas proposiciones políticas son posibles rechazando grandes donaciones de intereses particulares, evitando ataduras que pretenden someter al pueblo estadounidense, especialmente a la clase obrera, de la que ella proviene.

Sus orígenes humildes y dificultades son su bien más capitalizado. Nacida y crecida en el Bronx, de ascendencia puertorriqueña, sus padres hicieron esfuerzos por encima de sus posibilidades para que estudiase en Yorktown Heights. El anhelo de una educación de calidad que no encontraron en su distrito motivó la decisión de enviarla a un lugar más privilegiado. Préstamos y becas más tarde, logró asistir a la Universidad de Boston cambiando su carrera final a Economía y Relaciones Internacionales. La muerte de su padre motivó este cambio, además de la eventual pérdida de su hogar y de un pequeño negocio. Antes y después de la graduación tomó trabajos de barista y camarera para colaborar a su madre, quien recurrió a limpiar casas y conducir autobuses. La litigación para aclarar una falta de testamento, el acecho de los bancos para usurpar el departamento en el que vivía, y el estrés económico familiar, le dieron un bien invaluable. Este bien fue la determinación necesaria para llegar a poder representar a aquellos con una falta de poderío y oportunidades.

Superar obstáculos es el mensaje de guía de la historia de Ocasio-Cortez. Su manifiesto es crear una sociedad en la que nadie sea demasiado pobre para poder vivir, ni para alcanzar el éxito. De chica barista a superestrella nacional en diez meses, Ocasio-Cortez ha ofrecido una luz de guía para todas las personas, pero particularmente para mujeres, latinos y otras etnias minoritarias. Haciendo historia, combatiendo todas las probabilidades y creando una plataforma basada en una comunidad, su historia inspira a hacer algo más especial que superar impedimentos personales y sociales. Alexandria ha enseñado al mundo a utilizar estas dificultades como motivación para ayudar a otros a tener mejores medios para forjar su propio camino con dignidad e integridad, desde el principio. Ésa es su gran sabiduría y el legado que dejará, que es equivalente en importancia a convertirse, con casi toda probabilidad, en la representante más joven de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos.

Related Articles

- Advertisement -

Latest Articles

- Advertisement -