La imagen creada por el artista francés JR es la mirada de un soñador, y gira en torno de la división que refleja la construcción de un muro fronterizo. La pieza se llama ‘Gran Picnic’, y la localización elegida para ello fue Tecate. El contexto es el típico del artista: una exhibición que evoca sentimientos y pensamientos a partes iguales, en el medio de una situación geográfica controversial. No obstante, el propósito de esta pieza no es poner el foco en la política, sino olvidarla para enfocarnos de nuevo en nuestra humanidad – representada por miradas emotivas llenas de curiosidad, pureza y sensibilidad.
(source: Instagram @JR)
El propósito del arte de JR es que las personas que sobreviven con lo mínimo descubran algo en aquello que les rodea. La obra fue una gran reunión en la que la gente compartió la misma comida y bebida encima de los bordes de la fotografía, a ambos lados de la frontera. Los comensales incluso llegaron a disfrutar de la misma música, con la mitad de la banda en suelo estadounidense y la otra mitad en territorio mexicano. “Por un minuto”, compartió el artista, “todos se olvidaron del muro”. El grupo, incluyendo guardias, se congregó para recordar que lo absolutamente necesario para disfrutar es compartir en comunidad.
La naturaleza del arte de JR es temporal, y siempre marca un punto de mira cultural. En 2011 el artista ganó el premio de $100,000 en una competición de TED, prometiendo “usar el arte para cambiar el mundo desde dentro hacia afuera”. La esencia efímera de sus obras supone un peregrinaje para aquellos que deseen vivirlas en persona. La idea es que la experiencia de su arte sea completamente única, y que dependa de la interacción personal en diversos contextos individuales y sociales. El manifiesto de las piezas en la frontera está compuesto de mensajes de esperanza, conciencia y reunión entre ambas naciones, buscando reemplazar todo aquello que represente lo contrario.
(source: Claire Dorn, Galerie Perrotin)
La curiosidad, sensibilidad y pureza presente en la mirada de los niños y jóvenes es el tópico del arte fronterizo de JR. Este tópico comenzó con la primera imagen que instaló en la barrera mexicana: la cara de un bebé de un año, asomándose detrás de la línea divisoria. Las obras fueron guiadas por el sueño de JR de un niño en la frontera. En su búsqueda de localización en el borde mexicano, JR conoció a diversos residentes de Tecate. Entre ellos, una familia le abrió las puertas de su propia vivienda en completa confianza. Después de la visita, alejándose hacia Tijuana, el artista tuvo un repentino cambio de opinión, pidiendo que parasen el coche y regresaran. “Ese niño me miró todo el tiempo que estuve en la casa. Ese es el niño del sueño”, recontó JR. Ese niño era Kikito, y su nombre tituló esta impactante obra.
El gran poder de la inocencia es la capacidad de hacernos replantear la manera en la que observamos el mundo. “Espero que esto ayude a que las personas nos miren de manera diferente a lo que oyen de nosotros en la televisión, y que dejen de clasificarnos como criminales”, compartió la madre de Kikito. “Ojalá que en esa imagen no vean únicamente a mi niño. Espero que nos vean a todos”, concluyó. La declaración de JR no es política, sino humana. Su mensaje es de amor, dejando de lado cualquier tipo de retórica hostil para poder parar, observar y pensar: ¿Cómo sería observar el mundo desde unos ojos inocentes y llenos de ilusión?
(source: Twitter @JRart)